«Un circuito magnífico con vistas espléndidas.
La calidad de las calles y de los greens es impecable.
Además, se puede comer en la terraza, con vistas al campo. ¡Es perfecto!»
En Monts du Genevois hay que saber tomarse tiempo para uno mismo y tomar perspectiva. Embárcate en una experiencia grandiosa, con fantásticos paisajes y actividades fuera de lo común.
¿Hemos despertado tu curiosidad?
#Green
Apenas cruces la puerta, te quedarás sin palabras para describir la belleza del paraje. Bienvenido al Golf Club Esery-Grand Genève.
Una fuente en medio de un antiguo patio de un castillo y, a lo lejos, las montañas se erigen con orgullo. Sin darte cuenta, unos pocos pasos te llevarán hasta la terraza del restaurante. Al fondo se ven las montañas: el Môle, la cordillera del Mont Blanc y el macizo de Aravis. Baja la vista, verás que a tus pies se despliegan excepcionales calles y greens. Un campo muy bien cuidado, con la naturaleza como elemento central del circuito.
¿Estás listo? Recoges tus palos de golf en tienda Proshop. La salida es inminente: ¡destino a un circuito de ensueño!
#Altitud
¿Le gustan las alturas? El resto del programa le encantará.
Únase al Club Aéronautique d’Annemasse para un vuelo de descubrimiento entre el lago Lemán y el Valle Verde.
Su avión está fletado y esperándole.
Abróchese el cinturón y a volar. Desde aquí arriba, se revela un paisaje nuevo y grandioso. Las montañas vistas desde arriba, los contornos del lago Lemán tomando forma a medida que asciende. Con un poco de suerte, si el cielo está despejado, podrá ver el Mont Blanc.
Se encontrará en medio del cielo, como un pájaro. Coquetee con las nubes y descubra los Montes de Ginebra bajo una nueva luz.
#Fascinante
Tu avión acaba de aterrizar y aún estás asombrado. El día empieza a declinar y el cielo adquiere un tono anaranjado.
Le llevamos a un lugar de lo más encantador: ¡el Hôtel Restaurant Baud!
Situado a orillas del Menoge, el establecimiento ofrece un ambiente íntimo y relajante. Aquí no hay prisa, basta con relajarse. Detrás del edificio hay un jardín, el lugar perfecto para disfrutar de un cóctel mientras se empapa del ambiente.
Su habitación está lista. Hágase un favor y reserve la suite más bonita. La que da al Menoge. Aquí, ni un ruido. Sólo usted y el suave murmullo del río.
Es hora de sentarse a cenar, ¡todas esas emociones deben haber abierto su apetito!
El Chef y su brigada están preparando tu comida. Le transportarán a su universo gastronómico y conquistarán su paladar.
Monts du Genevois es, sencillamente, único.