«Instalarme en Lucinges, en Alta Saboya, me permitió tomar perspectiva, fue el retiro que necesitaba.»
Hace decenas de años, la poesía se invitó a un pueblo lleno de encanto ubicado en el macizo de los Voirons: en 1989, Michel Butor se instaló en Lucinges.
#Michel Butor
Michel Butor, hombre polifacético, está considerado uno de los autores más prolíficos hoy en día. Con más de 1400 obras a su nombre, este escritor, poeta y artista disfrutaba mezclando los géneros.
Famoso por sus novelas, en especial por La modificación, se lo clasificó en la categoría de nouveau roman. Sin embargo, la mayor parte de su obra está dedicada a la creación de libros de artista. Participó en la creación de miles de obras.
Michel Butor, con formación en Literatura y en Filosofía, se hizo profesor de primaria tras suspender las oposiciones de Filosofía. Viajó mucho para conocer la riqueza cultural europea. Este amor por la historia, las lenguas antiguas y la filosofía lo llevó a enseñar en Ginebra a partir de 1956.
En 1989 se asentó con su mujer en la parte alta de Lucinges. Como profesor de la Universidad de Ginebra, ha dejado su impronta en la región franco-suiza.
#Pueblo de poesía
De 1989 a 2016, Michel Butor escribió numerosos textos y varios cientos de poemas en su hogar, al que llamó «à l’Écart» (apartado). Aquí, en este pueblo lleno de encanto, encontró el equilibrio.
Ubicado en la ladera sur de la montaña, Lucinges es el mirador de los Voirons. Desde el centro del municipio puedes contemplar el Jura, Annemasse, Ginebra y su fuente Jet d’Eau Al otro lado se encuentran el Salève, el valle del Arve y los Alpes, que se extienden ante ti. Unas vistas excepcionales, perfectas para un paseante atento como Michel Butor.
Recorría los senderos en busca de inspiración. Caminando enriqueció su alma con palabras, pinturas, recuerdos y música. No olvides aguzar el oído cuando recorras los senderos para conocer esta notable montaña, como hizo él. El carillón de la iglesia, el cencerro de los rebaños y el agua de los torrentes subliman la quietud de este tranquilo paisaje.
Poco a poco, Lucinges fue dando importancia a la poesía en la vida local y, gracias a este compromiso, el municipio ha obtenido el reconocimiento de la etiqueta «Village en poésie» (Pueblo de poesía).
#Filosofía culinaria
Acaban de sonar las campanadas de mediodía. No es necesario irse muy lejos para comer: tu estómago te guiará hasta el Bistrot de Madeleine, en la plaza de la iglesia de Lucinges.
Aquí, el chef ha optado por comprometerse con el respeto a la naturaleza y a los seres vivos. Durante sus reuniones con los productores tuvo la idea de cambiar la carta cada día. Con esta filosofía, el menú cambia según los productos obtenidos del trabajo de estos hombres y mujeres.
El Bistrot de Madeleine es un guiño a la cocina de antaño que se basa en productos locales de agricultores responsables.
Un lugar ideal para reencontrarse, compartir, reír, beber y mucho más.
#Archipel Butor
Después de comer, es hora de retomar la exploración del universo de Michel Butor. Para ello, solo unos pasos te separan de la entrada del Archipel Butor. Tras los gruesos muros de esta antigua casa-fuerte típica de la región, se esconde el Manoir des livres (la «mansión de los libros»).
Michel Butor se negaba a pertenecer a un único movimiento literario, como el nouveau roman, y se orientó hacia la poesía y exploró las posibilidades de los libros de artista. Editor, papelero, artista, poeta… Esto le permitió trabajar con multitud de personas de muchos ámbitos. Polifacético y ávido de nuevas experiencias, el escritor y viajero colaboró durante toda su vida con docenas de artistas. Entre 1962 y 2016 colaboró en miles de libros.
En 2011, Michel Butor donó por primera vez libros de artista para beneficio de Lucinges: un centenar de obras. Fue el punto de partida de la colección y el nacimiento de un proyecto: la creación de un espacio totalmente dedicado a la conservación y a la puesta en valor de los libros de artista.
Para los habitantes de Lucinges, Michel Butor era un vecino. Para el mundo entero, es un monumento vivo de la literatura francesa. Ahora tiene su propio Archipel.