Un domingo entre la ciudad y las montañas

Esta mañana no suena el estridente despertador. No hay que saltar de la cama a toda prisa ni engullir el desayuno. Hoy es domingo, tómate tu tiempo.
Deja que el cuerpo se despierte poco a poco… ¡Aunque sin exagerar! De ninguna manera vamos a holgazanear todo el día, ¡hay muchas cosas que hacer y muchas posibilidades!

#Nieve

Después de desayunar, te has puesto ropa abrigada ¡y has hecho bien!
Primera parada del día: los Voirons. Nos esperan el trineo y los muñecos de nieve.
Lánzate por la pista, solo o en pareja, mientras disfrutas del magnífico paisaje que se despliega ante ti. Con la nieve, hasta la pendiente más ligera se convierte en una estupenda bajada en trineo.
¿Quieres tomarte un descanso después de tanto ejercicio? Es normal. Aprovecha la oportunidad para mostrar tus dotes artísticas. ¿Quién hará el muñeco de nieve más bonito?
Reina el silencio, solo se escuchan los sonidos de la naturaleza. Todo el mundo se aplica con afán. De repente, te golpea una bola de nieve. Te enfrentas a un ataque en toda regla, tendrás que defenderte. Apenas has tenido tiempo de hacer una bola cuando una segunda te golpea el brazo. ¡El equipo contrario es feroz! No tardas en rendirte.

#Cine

Esta tarde, al cine Pathé Archamps. Situado entre Annemasse y Saint-Julien, está abierto los 365 días del año, ¡y puede aprovechar para descubrir la experiencia IMAX Láser! Diríjase al cine, el espectáculo está a punto de comenzar. Ha llegado la hora de la diversión.
¿Qué prefieres: una comedia, un drama, una película de acción o de animación? Vas a la sala y, palomitas en mano, te acomodas frente a la gran pantalla. Los anuncios han terminado y ya puedes disfrutar de la película. Pasas de la risa a las lágrimas conforme se suceden las escenas, totalmente inmerso en la historia. Es un planazo en el que no faltan la emoción ni el descanso.

#Buñuelos

La noche cae en Monts du Genevois, pero el día no ha terminado todavía. Te proponemos un plan estupendo para terminar el domingo por todo lo alto. Para ello, pon rumbo al Salève. Esta noche, en el restaurante L’Observatoire, hay buñuelos de patata.
Doraditos y crujientes por fuera y tiernos por dentro, acompañados por una ensalada y una tabla de embutido. Pero aún hay más. Aquí podrás probar un plato típico pero desconocido de Saboya: el «tomme blanche». Este queso se toma frío, con un poco de sal y pimienta. ¿Se te hace la boca agua? ¡A nosotros también!
Así que date prisa en refugiarte en el calor del restaurante y en la comodidad de las mullidas butacas.

Un fin de semana en calma.