Patrick Barbezat

Nos encontramos en la región de Val-de-Travers, en el cantón de Neuchâtel, Suiza. En un pueblecito del mismo nombre, en el corazón del macizo del Jura. Alrededor del pueblo se extienden bosques custodiados por majestuosas montañas. Las mismas montañas que han visto crecer a Patrick.
En los años 1980, tras las crisis de la relojería, se mudó con sus padres y dejó Val-de-Travers. Se instalaron en el cantón de Vaud, entre Lausana y Ginebra. Después de terminar los estudios de secundaria en Lausana, comenzó a trabajar en Ginebra.

«Te ganarás mejor la vida si te dedicas a las finanzas en vez de ser carpintero», le dijo su padre. Así, lejos de la naturaleza y de la calma, se dedicó al mundo de las finanzas durante treinta años.
Quince años en el mercado de divisas y metales preciosos y los siguientes en gestión de riesgos para grandes empresas. Durante los viajes de negocios, conoció muchos países y nuevas culturas que le permitieron agudizar la mente y los conocimientos. En su fuero interno, el amor por la naturaleza siempre lo acompañaba.

«Seguí en finanzas no por gusto, sino por interés», nos confiesa. En esos años conoció a su mujer. Se convirtió en el papá feliz de dos niñas y la familia se instaló en Collonges-sous-Salève, Francia.
Conoció el Salève donde, como aficionado al deporte, pudo practicar sus deportes preferidos, como la bicicleta. Si te contamos esto es porque es importante…
Les Cabanes du Salève llegaron a la vida de Patrick al regresar de un paseo en bicicleta, así como una serie de coincidencias. Regresaba solo del paseo (cosa que ocurre muy pocas veces) y pasó frente a un cartel con un número de teléfono. Tomó una foto y regresó a casa, a solo diez minutos de allí. Dudoso, terminó por llamar y esa llamada marcó el inicio de una nueva aventura: Les Cabanes du Salève.

Pero ¿fue realmente fruto del azar?

«Fue una sucesión de situaciones que podrían parecer fruto del azar, pero yo no creo en el azar». Para Patrick, al menos, no cabe ninguna duda.
Dejó todo lo que tenía para consagrarse por completo a su proyecto y hacerlo realidad. Necesitó dos años para terminarlo: dos años de intenso trabajo. Pero cuando hacemos lo que nos gusta, el tiempo pasa mucho más rápido.
La nueva vida de Patrick empezó en junio de 2018, con la inauguración de Les Cabanes du Salève.

La pasión de un hombre hecha realidad en un lugar deseoso de compartir contigo su filosofía de vida.