Las historias y leyendas locales nos fascinan y en ocasiones nos sumergen en historias poco conocidas que merecen ser reveladas. Hoy, la Maison Guillot, situada en Andilly, te abre sus puertas. Este edificio del siglo XVII, compuesto de molasa y gres local del Monte Sion, fue probablemente una dependencia del castillo de Saint-Symphorien del que hoy no queda nada. Su arquitectura única y su carácter pintoresco le dan el aspecto de una vivienda fortificada. Con una vasta historia a sus espaldas, fue propiedad de numerosos personajes saboyanos. Entre ellos, René Saget, antiguo magistrado y alcalde de Annecy. Es conocido por su participación en 1665 en la canonización de su amigo San Francisco de Sales. En 1711, la casa pasó a ser propiedad de Pierre-Étienne Guillot, legista de Évian.
La convirtió en su casa de campo familiar para disfrutar de la calma y el encanto del pueblo de Saint-Symphorien. La familia Guillot se encariñó rápidamente con el pueblo y decidió vivir allí buena parte del año. Se crea un vínculo especial entre el pueblo y la familia, que incluso les empuja a sepultar a sus difuntos en la iglesia parroquial situada en la parte alta de la aldea. En 1778, Étienne Burdallet, noble notario de Cruseilles, se instaló en la casa y aprovechó la oportunidad para comprar la finca de Cure, no muy lejos. Una propiedad vendida como bien nacional en una subasta en la ciudad de Carouge, cuando aún era saboyana. Representante de Andilly en la Asamblea de los Alóbroges, Étienne Burdallet participó en la proclamación de la adhesión de Saboya a Francia en 1792. Brillante por su noble pasado cultural, su arquitectura original con contrafuertes y sus aberturas con arcos conopiales cincelados, era natural que la Maison Guillot estuviera destinada a una vocación cultural.